martes, 25 de septiembre de 2012

Poemas del camino del Emperador Meiji.


Sin ninguna preocupación
sobre nuestro propio bienestar, 
deberíamos siempre esforzarnos
por llevar a cabo nuestras tareas
por el bien de otros.

Las palabras de amonestación,
cuando son emitidas por una persona
que realmente se preocupa,
son dadas para mantenernos sanos
como lo son las medicinas.

El ser humano, 
que es una manifestación de Dios,
siempre debería tener esperanza
y un corazón brillante y amplio,
tal como el de Dios,
pase lo que pase.

No existen líneas fronterizas
que separen el cielo,
tan alto sobre nosotros,
aunque las naciones de la tierra
estén separadas por fronteras.

Si lo intercambiamos todo, 
incluso la enseñanza del idioma
y de todos nuestros conocimientos,
entonces como hermanos
la gente de nuestro mundo
se mantendrá unida por un profundo afecto.

Si cada nación estuviera protegida
y los cuatro mares descansaran tranquilos,
oh, cuál no sería la alegría de un mundo así.

En este mundo nuestro, 
la gente que dirige a otras personas
deberían ser en su conducta
honrados y rectos en todos los sentidos.

Percibidas como tormentosas, 
las olas del mar
aunque puedan estar calmándose,
muestran semejanza con nuestro mundo,
en el que moran todas las personas.

si alguien dejara esta vida
sin haber alcanzado algo,
aunque sea muy pequeño,
en el mundo del espíritu,
no parecerá valer la pena
simplemente envejecer.

Año tras año
pensamos en extraer el agua
de la corriente de la montaña,
sin embargo, para nosotros,
parece que nunca ha transcurrido
un verano así.

El agua no se opone a ninguna vasija,
y toma forma de la vasija que la contiene.
El agua es obediente, flexible
y no se impone así misma.
No obstante, el agua puede romper rocas
con sus gotas concentradas y consecutivas.
Así también, las personas deberían tener flexibilidad
ante cualquier situación,
tanto en el pensamiento
como en las relaciones humanas,
y tener una concentración consecuente
cuando tienen que hacer algo importante.

Consecutivamente tengo a veces
mi felicidad y dolor,
los cuales no puedo controlar.
Es sencillo pensar que no existe Dios,
y tender a pensar
que otra persona es la culpable de ello.
¿Debería culpar por eso a otra persona?
¿Tengo siempre la razón y no me equivoco?
¡No!, puedo recordar que yo también
cometo muchos errores y faltas.
¡No!, yo debo ser el culpable de ello,
yo sé que estos son los resultados
que he producido,
y ahora me siento libre
de los malos sentimientos hacia otros.

Se dice que a la gente le gustan los pinos,
porque se dice que traen buena suerte,
y la gente valora la forma
y el equilibrio de los pinos.
Pero su verdadero valor
está en algo diferente.
Cuando viene el invierno más frío,
después de que pasen varios años,
los pinos pueden sobrevivir
a las tormentas y a la más profunda nieve,
aunque los otros árboles mueren todos.
Los pinos demuestran entonces su sabiduría.



Preciosos poemas de un Emperador japonés: Mutsuhito, el Emperador Meiji, nació en 1852 y gobernó entre 1867 y 1912.  Se distinguió por lograr en su imperio la modernización sin perder la tradición en su cultura. Abrió la isla de Japón al comercio mundial, impulsó la educación y mejoró las condiciones de vida de todos, sin ningún privilegio para él, se trasladó a las trincheras para vivir al lado de sus tropas. Se dice que fue un gran psíquico. Su bondad era irradiada para todo su país como el sol, sus sentimientos eran sin límites y su voluntad, poderosa. Sus creencias estaban llenas de amor, que se extendía a toda la tierra.
No hablaba mucho, pero para expresarse escribía poesía waka (significa literalmente, poema japonés). Esta poesía es muy importante dentro de la literatura japonesa. Y Usui, Maestro Reiki, que respetaba y admiraba a Meiji, eligió 125 poesías waka para  utilizarlas en  las lecciones de Reiki.

A través de Reiki para Todos.




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